Suelo tener argumentos para estar feliz, pero la tristeza los deroga
allá sumergido en la melancolía, me percato de que no existen razones válidas para obedecer
Atlas se rebela y el mundo pierde el sustento
desaparecen los argumentos, y las nociones de ética y moral
mueren los reyes y los dioses, y solo quedan hombres para existir
conscientes de su propia existencia, se arrojan a las llamas de la vida
y la viven, finalmente la viven, la dulce y amarga existencia